Interpol - Turn On The Bright Lights
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Muse han hecho un hat trick sacando un DVD y un doble CD de un solo golpe. De paso, han aprovechado para editar, en uno de los discos compactos, una serie de canciones inéditas que, de haberlas reunido en un solo CD podrían haberse convertido en el tercer lanzamiento en estudio del grupo. Además de la enorme calidad de estas tomas inéditas, Muse adaptan de forma magnífica el Please, Please… de los Smiths, y abren con una intro de What´s He Building de Tom Waits su concierto en Le Zenith de París. Con esta actuación, de la que faltan algunos clásicos, se rememora la grandilocuencia, intensidad y fantasía con la que el trío acostumbra a subirse al escenario, no en vano Muse tienen –a mi parecer- el tercer mejor directo del mundo después de Zeke y AC/DC. Las caras B que incluyen son de distinta factura, como Yes Please y Forced In, que se encontraban en el CD extra de la edición limitada de Showbiz o las que a mí me resultan especialmente apacibles Map Of Your Head, Nature 1 y Shine Acoustic.
Muse – Hullabaloo Soundtrack
Entre los grupos que conforman esa suerte de escena británica surgida en torno al concepto del hype y auspiciados por publicaciones como la NME, pocos han dado tanto de hablar en el pasado año como Maxïmo Park. En principio no hay mucho que pueda diferenciarles de otros compañeros de viaje, pero por suerte para ellos consiguen hacer de la ejecución y no de las ideas su mayor fuerte.
Su primer álbum, A Certain Trigger, nos presenta a una banda que parece más rodada de lo que indica su verdadera edad. La sucesión de canciones redondas que esconde el LP es toda una sorpresa para quienes pudiesen esperar encontrarse solamente con un producto temporal, aprovechando el actual resurgir de la escena británica más rockera. En su lugar se toparán con melodías pegadizas, duraciones muy bien ajustadas y poco que pueda ser criticado a lo largo del escaso minutaje del disco.
Si acaso se les podría atribuir el sacrificar el todo por las partes. Pese a que en ningún momento la escucha pierda interés, lo cierto es que estamos ante un trabajo que funciona mejor cuando coges los temas como capsulas individuales, y que en conjunto no tiene la misma pegada. El carácter autoconclusivo e independiente de las composiciones tiene también su lado positivo, y es que absolutamente todas ellas podrían ser potenciales singles o, simplemente, y dejando de lado el carácter más comercial, quedarse clavadas en nuestra cabeza durante varios días.
Desde la apertura, de la mano de Signal & Sign, hasta el final de Kiss You Better, no paramos de encontrarnos con constantes bombazos sonoros que nos van presentando a una banda llena de convicción y con las ideas claras. Solamente en Acrobat bajan el ritmo frenético para regalarnos una ensoñación muy bien resuelta. Para entonces ya habremos disfrutado del aire new wave de Postcard of a Painting, de estribillos como el de Going Missing o miniaturas tan redondas como The Night I Lost My Head y sus menos de dos minutos.
Toda una lección de cómo hacer canciones por encima de todo, sin grandes pretensiones y sin ningún plan rector. Tal vez ahí radique la verdadera diferencia de Maxïmo Park con respecto a muchos de sus compañeros de tendencia, en la inexistencia de un vehículo teórico que guíe todo su trabajo. Ellos sólo componen píldoras de pop-rock concentradas al máximo, y en eso son realmente muy buenos.
Maxïmo Park - A Certain Trigger
Tracklist:
1. Signal And Sign
2. Apply Some Pressure
3. Graffiti
4. Postcard Of A Painting
5. Going Missing
6. I Want You To Stay
7. Limassol
8. The Coast Is Always Changing
9. The Night I Lost My Head
10. Once, A Glimpse
11. Now I'm All Over The Shop
12. Acrobat
13. Kiss You Better
Año: 2005
Duración: 39:33
Procedencia: Inglaterra
Productor: Paul Epworth
Descarga: A Certain Trigger
Graffiti en directo:
Vehículo para el héroe zurdo de la guitarra Robert Fripp, King Crimson es uno de los grupos más importantes del rock progresivo, que ha sobrevivido a incontables cambios de personal desde su formación en Londres hace casi cuatro décadas. Los demás miembros originales eran el cantante/bajista Greg Lake, el batería Michael Giles, el letrista Peter Seinfeld e Ian McDonald, que se ocupaba de los teclados, la percusión y los vientos. Esta formación solo grabó un LP, pero continúa siendo el trabajo más conocido del grupo.
Desde la aterradora y gigantesca imagen de la portada, mejor apreciada en vinilo, hasta las portentosas letras, In The Court of the Crimson King es un álbum sin fisuras. 21st Century Schizoid Man fija el tono. Se trata tal vez del primer himno alternativo, con un riff principal inmenso, un saxo chillón y visiones apocalípticas. Todavía más pesimista es Epitaph, una hermosa balada de resignación apoyada en una intensa mezcla de texturas (melotrón, timbal, guitarra acústica). Moonchild es una canción de amor bucólica prolongada hasta una longitud épica por un interludio improvisado tipo jazz, en tanto el tema que da título al álbum combina aires árabes, el ritmo vertiginoso del timbal y flautas barrocas, con el fin de conjurar su escenario mediaval.
In The Court of the Crimson King alcanzó el Nº 5 en Inglaterra y el 28 en EEUU. Otros hitos del grupo son la colorida continuación In The Wake Of Poseidon, el electrizante Larks’ Tongues In Aspic, de 1973 y el funky Discipline, de 1981, influido por Talking Heads. Las estrellas contemporaneas Tool y The Mars Volta reverencian a la banda, mientras el siempre versátil Fripp ha tocado en varios discos míticos de David Bowie y Brian Eno.
King Crimson – In The Court of the Crimson King
Sleater-Kinney desciende de un largo linaje de bandas punk del noroeste del Pacífico estadounidense. Su sexo y fervor por las Bikini Kill provocó que las etiquetara de arpías, pero eso solo es una parte del asunto. Sleater-Kinney (1995) y Call the Doctor (1996) mostraron a una banda cargada de entusiasmo, pero que exigían más respeto que el de un culto devoto. Lanzado por el orgulloso sello punk Kill Rock Stara en 1997, Dig Me Out es una combinación perfecta de ideología, actitud y riffs perversos.
Esta construido alrededor de las voces contrapuestas de Corin Tucker y Carrie Brownstein (en particular el cautivador chillido en falsete de Tucker) y los restallantes duelos de guitarra (no hay bajo). El principio de guitarra de Brownstein en el corte del título, puntuado por el snare drum de Janet Weiss, proporcionan de inmediato una descarga de energía. Al contrario que sus precursoras de Kill Rock Stars, en especial Bikini Kill, Sleater-Kinney son políticas pero no agresivas. El dulce estribillo chicletero en Little Babies, ilustra su delicado equilibrio de punk, política y pop, en tanto el travieso It’s Enough yuxtapone la fórmula de la canción pop de dos minutos con letras que critican y celebran al mismo tiempo la fascinación (masculina) de críticos y admiradores por las bandas de chicas.
Not What You Want crea un irresistible crescendo de ruido. En vivo contraste, Buy Her Candy es una balada conmovedora con un sutil comentario político. “Explosiva química musical que mezcla melodías contagiosas con deconstrucción punk innovadora”, se maravillaba Rolling Stones. Brownstein era más mesurada: “A mí no me deja tan perpleja la excelente calidad de Dig Me Out. Hemos trabajado duro”. Este disco indicó que existía una fuerza poderosa que no quería ser marginada ni tratada con condescencia.
Sleater-Kinney - Dig Me Out
The Eraser es el esperado debut como solista de Thom Yorke, cantante y líder de Radiohead. La voz de Thom suena más triste y afectada que nunca y tiene un protagonismo aún mayor que en los discos de la banda, mientras que la música que la acompaña es netamente electrónica, compuesta y ejecutada por él mismo con una laptop. Las letras hablan de historias tristes y desengaños amorosos. The Eraser es, como se esperaba, un disco introspectivo donde la suma de la voz, las letras y los beats electrónicos –con algunos sonidos de guitarra y piano-, generan una interesante combinación que hace pensar en Thom Yorke como la versión más actual de un songwriter. Un cantautor con una fuerte identidad que, más allá de su timbre inconfundible y lejos de recurrir a la guitarra como instrumento dominante, halla justamente esa particularidad en la combinatoria de su voz con esos paisajes sonoros.
Para montar el armazón musical de The Eraser, Thom Yorke ha vuelto a confiar en las sabias manos de Nigel Godrich, el arquitecto sonoro detrás de OK Computer, que ha sabido dotar al disco de una producción detallista que no sobrecargada. Mientras suena Atoms For Peace, moderada revisión del Headphones de Björk y Tricky, The Eraser está apunto de encarar su tercio final. Hace mucho tiempo Thom Yorke cogió una guitarra llena de frustraciones adolescentes y el rock acabó siendo la catarsis ideal. Luego, el destino lo llevó a los terrenos de la electrónica sombría y la progresiva deshumanización de su música fue el nuevo camino hacia el desahogo. Cuando Cymbal Rush cierra el disco con sus bases atmosféricas y mecánicas, resulta curioso ver cómo ha cambiado -y madurado- ese joven cabreado que una vez reventó las emisoras de radio con las guitarras de “Creep”.
En definitiva, quizás The Eraser no sorprenda tanto como cabría esperar pero siempre es un placer escuchar nuevo material procedente de las filas de una de las bandas más influyentes y respetadas de los últimos años. Puede que en paralelo los de Oxford ya estén preparados para protagonizar un cambio de dirección u otra depuración radical de su sonido. De momento, su líder da una vuelta de tuerca más y lleva al extremo los hallazgos de los últimos años. Sí, todavía se siente un extraño en un mundo distorsionado, aún sus composiciones siguen transportando su emotividad original entre tanta capa sintética. Y lo mejor de todo, su imaginación y fuerza están en pleno rendimiento, solo o acompañado, qué más da.
Thom Yorke - The Eraser
Los puristas del punk aún se sienten insultados por este disco de éxito atronador. Pero lo que nadie puede negar es que, con Dookie, Green Day revitalizaron un viejo género para toda una nueva generación.
La formula era sencilla: tomar unos cuantos acordes en quinta, una melodía pegadiza, algo de humor cachondo, y juntarlo todo y tocarlo tan rápido de manera que los chavales no quisieran hacer otra cosa que pegar botes. No era algo revolucionario: el sonido de los Green Day y el sentido de la ironía estaban claramente tomados de los Ramones y los Sex Pistols, e incluso el líder, Billie Joe Armstrong, intentaba cantar con un ligero acento inglés. Pero Green Day se diferenciaban de la escena punk británica en que convertirían la música en una farra de coleguitas despojada de cualquier mensaje político pero quedándose con la sublevación.
En Dookie, la banda metió catorce temas furiosos pero simpáticos, que trataban acerca de la angustia y el aburrimiento en los suburbios. Celebraban el estilo de vida holgazán en Burnout con versos como “declaro que ya nada más me importa / me voy quemando y apagando y volviéndome aburrido”, y tenían canciones como Long View, que se referían al decreciente interés por la masturbación conforme uno se hace mayor pero sigue aburriéndose.
La banda se vio beneficiada por grabar por primera vez con una major, y la ayuda de unos videos solventes y la radio hicieron que del álbum salieran hasta cuatro singles de éxito, entre ellos Basket Case, que coronó las listas norteamericanas cinco semanas. Pero el tema con el que pasaron a la posteridad fue When I Come Around, una canció que pareció congelar todo el Woodstock ’94 durante casi tres minutos y que los lanzó al estrellato. Como dijo el New York Times: “Pocas veces la apatía ha sonado tan apasionada”.
Green Day – Dookie
Tracklist:
1. Burnout
2. Having A Blast
3. Chump
4. Longview
5. Welcome To Paradise
6. Pulling Teeth
7. Basket Case
8. She
9. Sassafras Roots
10. When I Come Around
11. Coming Clean
12. Emenius Sleepus
13. In The End
14. F.O.D.
Año: 1994
Duración: 39:46
Procedencia: USA
Productor: Green Day / Rob Cavallo
Descarga: Dookie
Video en directo desde el mítico Woodstock del 94 - Welcome to Paradise!
En 1990 alguna prensa especializada consideró a Alice In Chains "heavy progresivo". Lo cierto es que este Facelift, primer trabajo del grupo, está a medio camino entre el heavy clásico y el "grunge". No es de extrañar, pues, que el cuarteto hiciese su primera gira por los habituales circuitos de heavy metal acompañando a otras bandas como Megadeth o Ozzy Osbourne.
Este "turbio" pasado de Alice In Chains en el mundo del cuero y las mallas no fue perdonado por algunos critiquillos que tildaron a la banda de chaqueteros y ventajistas, subiéndose al carro del "grunge" con su siguiente LP, Dirt. No vale la pena tener en cuenta a estos amantes de "lo auténtico". Alice evolucionaron desde el glam rock de la primitiva banda de Layne Staley, pasando por las influencias heavy de Jerry Cantrell (fanático reconocido de Kiss), hasta definir un estilo propio imitado posteriormente por infinidad de bandas.
Facelift es el paso intermedio en esa evolución. Dentro de la tremenda calidad del disco, se trata del trabajo más irregular de Alice In Chains, con canciones realmente brillantes (el single Man In The Box, el himno inicial We Die Young) junto a otras más indefinidas, especialmente de la segunda mitad del álbum. Riffs heavys mezclados con melodías tenebrosas que alcanzan sus mejores momentos en temas inolvidables como Love Hate Love, Real Thing, o It Ain't Like That. Las letras de las canciones ya reflejan las obsesiones de Layne: drogas y autodestrucción. Obsesiones que le perseguirían a lo largo de toda su discografía, incluyendo Mad Season.
Gran inicio de carrera y premonición de lo que vendría posteriormente. A pesar de ello, según sus propias palabras, Layne y Jerry apenas tienen recuerdos de esta época de sus vidas debido al consumo masivo de drogas. Es más que curiosa la ausencia de ninguna referencia a Facelift en su Unplugged.
Alice In Chains – Facelift
Tracklist:
1. We Die Young
2. Man In The Box
3. Sea Of Sorrow
4. Bleed The Freak
5. I Can't Remember
6. Love, Hate, Love
7. It Ain't Like That
8. Sunshine
9. Put You Down
10. Confusion
11. I Know Something (About You)
12. Real Thing
Año: 1990
Duración: 53:54
Procedencia: USA
Productor: Dave Jerden
Descarga: Facelift
Bleed the Freak – que gran tema! Como cantaba este tío...
Creo que ha valido la pena esperar tres años desde su último disco de estudio, aquel delicioso y sorprendente A Ghost is Born. Hay que decir que este disco no sigue con aquella línea abierta en Yankee Hotel Foxtrot, con Jim O'Rourke de Sonic Youth en algunas guitarras y que también co-produjo el siguiente. El ambiente donde se desarrolla una grabación, queda plasmado en esta, indudablemente, y aquí Wilco, liderados por Jeff Tweedy son mas una banda, están más calmados y sosegados, pero ojo, nunca en detrimento de la calidad, porque estos chicos se mueven por 1000 registros en una canción, pasando del neo-country al pop-rock con toques de soul sin que nadie pueda decir nada.
Así Either Way con la que abren el disco es una melodía de neo-folk con estructura pop preciosista, y unos arreglos que transmiten calidez y ternura. El solo de guitarra no cansa, no empalaga, son ellos, transmitiendo sencillez cuando las capas armónicas se superponen. Destacar también You Are My Face, la que más le gusta a Jeff, según él, la mejor de la carrera de Wilco, y es que en ella combinan un principio tierno, tranquilo, para después romper el sonido como sólo ellos saben hacerlo, para dar paso a un ritmo blues de piano acompañado por la voz rasgada de Jeff. En definitiva estructura pop deconstruida por Wilco. Please Be Patient una canción que también hubiera podido firmar el gran Elliot Smith, con una voz suave y una guitarra punteada acompañándole sin sobresaltos, y una letra acorde. What Light una canción que destila country-rock por todos los poros, aquella que llevarías puesta en tu Ford del 67 mientras atraviesas esos inmensos paisajes norteamericanos, mientras bebes bourbon y fumas Marlboro. Y que decir de On and On And On, una canción que a mi personalmente me encanta, la cual no me canso de escuchar, donde la voz de Jeff transmite pesadumbre para pasar a estar esperanzada, con pinceladas de rabia, mientras las guitarras y el piano le acompañan como si estuvieran en su propia alma, y una batería que se desbocada al final, encantadora. También hay canciones más planas, como Leave Me (Like You Found Me), aunque un corte no disminuye la calidad global de todo el trabajo.
Wilco – Sky Blue Sky
El resto de la historia la conocemos todos. Y en esa historia uno ve rasgos propios de la pantomima mercantilista en la que se ha convertido buena parte del circo del rock. Nadie puede negar que The Strokes pueden hacer gala de un puñado de incontestables buenas canciones, frescas, contagiosas, descaradas, pero uno no puede dejar de pensar en la trastienda, en los cheques firmados, en los favores debidos, en esas técnicas para la manipulación de las masas subjetivadas en el fin de la era postmoderna que hacen que desde algunos despachos se pueda decidir, en buena medida, lo que la población occidental va a escuchar y comprar la temporada que viene.
Albert Hammond Jr. - Yours To Keep
De un disco que empieza con una nana que apela a soñar imposibles y que lleva por título Cartoon Music For Super Heroes podemos esperar cualquier cosa.Y es que el estreno en solitario del guitarrista de The Strokes es una buena noticia por la frescura y espontaneidad que las diez canciones presentan, hecho sorprendente si tenemos en cuenta que se han ido cociendo a fuego lento desde principios del 2005 –justo cuando con su otra banda daban los últimos retoques al decepcionante First Impressions On Earth hasta que finalmente han sido grabadas a mediados de este año. Con un sonido que en canciones como Hard To Live (In The City) o Back To The 101 recuerda gratamente a Is This It? y con una voz no demasiado inspirada –pero no por ello efectiva– Yours To Keep es un disco que se escucha ávidamente de principio a fin, que deja ganas de más, y que superado el impacto inicial empieza a supurar detalles –los beats discotequeros del final de Bright Young Thing; la parte de sitar de Blue Skies– que nos confirman el crecimiento musical de Hammond. Crecimiento paralelo, eso sí, a las ganas de pasarlo bien, que siguen teniendo un papel importante en este debut remarcable.
Que Barcelona sea una ciudad que despierta pasiones en media Europa, especialmente en los países nórdicos, es algo que podemos calificar como habitual. Que 29 suecos decidan formar un grupo y lo llamen I'm From Barcelona, podría considerarse una curiosa anécdota sin mayor trascendencia, si no fuera por la notable repercursión (pasaron por el Primavera Sound 06), que han alcanzado después de que a principios de año la filial sueca de EMI decidiera publicar su primer EP, Don't Give Up Your Dreams, Buddy. Pocos meses después, de la mano de Virgin, nos llega su primer LP Let me introduce my friends.
Comandados por el polífacético Emanuel Lundgren, compositor de música y letra, productor e incluso ingeniero de todos los temas del grupo, los suecos forman una gran comuna musical habitada por banjos, ukeleles rojos, clarinetes, harmónicas, guitarras, acordeones, kazoos y una larga lista (hasta 18) de variados y exóticos instrumentos.
A pesar de que el resultado a primera vista pudiera parecer psicodélico, la esencia de las canciones es bastante prosaica y se sitúa a medio camino entre el pop pegadizo y el folk de inspiración hippy más accesibles. Sencillas melodías, estribillos fácilmente tarareables y coros omnipresentes conducen a una experiencia cercana a la de otros proyectos densamente poblados como The Polyphonic Spree, Belle & Sebastian o Hidden Cameras.
Brillantes en varios destellos (Oversleeping, Treehouse o We're From Barcelona) e irregulares en general, quizás abusen de cierto tono bucólico e incluso pastoril. Si los publicistas de la MTV les hubieran conocido a tiempo, quizás los Happiness, en vez de sonar a La Casa Azul, hubiesen tenido pinta de suecos.
I’m From Barcelona – Let Me Introduce My Friends
Pocas veces me he encontrado ante un álbum tan adictivo como este maravilloso Apocalypse Dudes. Los amantes del rock'n'roll adrenalítico y salvaje hemos visto en un buen número de poderosas bandas escandinavas los estandartes definitivos del rock en los 90's. Nombres como Backyard Babies, Hellacopters, Gluecifer o Turbonegro han recuperado el espíritu de grupos tan legendarios como Stooges, Kiss o Hanoi Rocks, rescatando para la escena un estilo que parecía muerto en esta década y que, afortunadamente, ha resurgido haciendo frente a modas y poses a golpe de potentes riffs, imperdibles y piel de leopardo.
Para empezar, tan sólo decir que Apocalypse Dudes es, para mi gusto, uno de los mejores discos de rock de los 90s. Después de una discografía más o menos desconocida por estas tierras (exceptuando su anterior trabajo, Ass Cobra), Turbonegro abandonan definitivamente el anonimato de mano de esta bomba de relojería en forma de vinilo. Recogiendo la tradición de bandas como Ramones, Dictators o incluso Misfits, los de Oslo descargan toda su potencia adrenalítica con un buen puñado de temas cargados de punk, rock'n'roll, drogas y sexo sucio, todo bajo una apariencia pseudo-homo y con todo el descaro y la provocación del mundo.
Tras el épico inicio con The Age Of Pamparius (y esa intro con un riff que es puro AC/DC), la sucesión de temas alcanza la categoría de himnos de R'n'R ideales para vociferar a pleno pulmón. El vocalista Hank Von Helvete se maneja como nadie en su rol de líder perverso, mientras EuroBoy (guitar hero), Happy Tom (bajista in the navy) y Pal Pot Pamparius (teclados) le cubren las espaldas (sin segundas) consiguiendo auténticos momentos de catársis rockera. Temas como el brutal himno Get It On (y su riff robado a los Ramones), Good Head, Don't Say Motherfucker, Motherfucker o la explosiva Self Destructo Bust no hacen más que evidenciar el poder desatado de Turbonegro, empujándote a volverte literalmente loco a fuerza de cantar una y otra vez sus pegadizos y arrolladores coros.
Un plástico imprescindible que sirvió de epitafio a la carrera del monstruo escandinavo Turbonegro que, tras una triunfal gira europea que les llevó a nuestro país, se separó de forma inesperada y algo confusa. Un posterior disco en directo de dicha gira (Darkness Forever!) y una peli-documental sobre su carrera completaron la leyenda.
Turbonegro - Apocalypse Dudes
Pocas bandas disponen de un líder con un tono de voz como el de Ben Bridwell, y aunque solo son dos, Bridwell (guitarra y voz) y Mat Brooke (bajo), Band Of Horses se presentan como la revelación del año. Everything all the time es su disco de debut, que han lanzado a través del sello Sub Pop, desde Seattle, hogar de algunas de las mejores bandas de los noventa como Bright Eyes, Damon & Naomi, Julie Doiron, The Shins o Low.
Tras la disolución de su anterior grupo (Carissa’s Weird), Bridwell y Brooke, decidieron ponerse manos a la obra para dar forma a un nuevo proyecto en el que pudieran experimentar con elementos dispares como el pop, el rock, el folk y el conuntry, tratandos de manera intimista y melódica, con unas letras que expresaran las emociones más profundas a la vez que el sonido se convirtiera en algo magnánimamente psicodelico. Con temas como The Funeral, que pese a no contener estribillo pegadizo, no te la puedes sacar de la cabeza, o Part One, un tema multinstrumentado donde dan rienda suelta a sus posibilidades como músicos, hasta un total de diez temas.
Muchos tacharán a The Band Of Horses como una banda insípida, sin mucho que aportar al panorama independiente musical del momento, pero yo no estoy de acuerdo. Band Of Horses siguen la estela de algunos de los mejores grupos indie americanos de las dos pasadas décadas como Built To Spill o R.E.M, por ejemplo.
Vale la pena adquirir el disco para comprobarlo por uno mismo y adentrarse en ese particular universo cargado de armonías que nos proponen los americanos. El reto será a la hora de publicar su segundo álbum, pero de momento, tiempo al tiempo, disfrutemos de la catarsis emocional que nos ofrece este Everything All The Time, y aprendamos a leer entre líneas.
Band Of Horses - Everything All The Time
El segundo álbum de Bloc Party se podría decir que dio lugar a una opinión bastante mayoritaria: no es lo que fue el anterior (siempre superar el debut o mínimamente igualarlo es difícil); luego están las secuelas de The Rakes y Arctic Monkeys que han despertado odio y amor a partes iguales... El nuevo trabajo de Editors se encontraría entre los de este segundo grupo. Pero para algunos que ya hemos tenido oportunidad de escuchar un nuevo disco que sale a la venta el 25 de Junio en Gran Bretaña disfrutamos del característico sonido de los chicos de Birmingham en los temas más cañeros y otros que andan a medio camino de un sonido más melódico pero igual de ruidoso, Escape The Nest, hasta el más lírico, Well Worn Hand, demuestran que este cuarteto ha sabido evolucionar a una identidad sonora cada vez más clara tanto por la voz del cantante como por los instrumentos, así como a unas letras que ya desde el título del album indican que vamos a encontrar buen material, muy buen material.
Editors – An End Has A Start
Tracklist:
1. Smokers Outside The Hospital Doors
2. An End Has A Start
3. The Weight of The World
4. Bones
5. When Anger Shows
6. The Racing Rats
7. Push Your Head Towards The Air
8. Escape The Nest
9. Spiders
10. Well Word Hand
Año: 2007
Duración: 42:39
Procedencia: Inglaterra
Productor: Jacknife Lee
Descarga: An End Has A Start
Aquí un video en directo del genial primer single Smokers Outside The Hospital Doors:
Repasar la carrera de los desaparecidos The Jesus & Mary Chain es repasar la historia musical de los últimos 20 años. 21 singles (84-98), recoge cronológicamente todos y cada uno de los sencillos de los hermanos Reid.
La mejor forma de comentar este disco es hacer un recorrido por la historia de este grupo, cuya primera formación respondía al esquema clásico de voz (Jim Reid), guitarra (William Reid) bajo (Douglas) y batería (Murray Dalglish) comenzando sus actuaciones en 1984. A mediados de ese año la banda se traslada a Londres para buscar la fama, momento en el que fueron descubiertos por Alan McGee propietario del sello Creation, el sello más innovador y sorprendente de los primeros ochenta.
El batería Murray Dalglish abandonó la formación para ser sustituido por Bobby Gillespie (hoy líder de Primal Scream). Ahí llegó la publicación de su primer single Upside Down que consiguió vender 35.000 copias y a sorprender a la crítica por lo ruidoso de sus guitarras psicodélicas bajo las que se escondían contagiosas melodías pop. Psychocandy (1985), su álbum de debut, fue recibido en periódicos y revistas como un aliento de aire fresco. You Trip Me Up, Never Understand o Just Like Honey son prueba de ello.
Dos años más tarde vería la luz Darklands su segundo trabajo, más introspectivo y melódico, abandonando la furia de las guitarras de su debut. Un disco por el que siento una especial debilidad: Los singles Darklands o April Skies son quizá uno de los mejores momentos de su carrera.
En 1988 publicaron la oscura SideWalking para volver en 1989 con un cambio de sonido que acercaba a la banda a grupos como los Ramones o Rolling Stones. Fue la publicación de Automatic la que más les ha acercado al gran público pues fue el disco que mejor funcionó en las listas de ventas y que incluía sus singles más populares Blues from a Gun y Head On.
A principios de los 90 con la eclosión del sonido Manchester (que unía el pop con la música de baile) el grupo publicó Honey´s Dead (92) álbum que recuperaba las guitarras fieras de sus primeros trabajos y las unía a bases programadas. El single Reverence fue prohibido en radios americanas por sus letras explícitas. Almost Gold y Far Gone And Out funcionaron bien a nivel de ventas.
Después de este álbum el grupo se tomó espacios de cuatro años para publicar sus dos últimos trabajos: Stoned and Detroned (94) disco acústico que no fue demasiado bien acogido por sus fans (quizá destacar Sometimes Always con la colaboración de Hope Sandoval) y Munki (1998) álbum de despedida de la banda que se separaría un año después y que retomaba el sonido guitarrero cercano a grupos americanos como Sonic Youth o Mudhoney. La antítesis de I Love/Hate Rock n’ Roll queda como un entrañable recuerdo de despedida.
Los que crecieron con ellos disfrutarán de lo lindo recordando su carrera. Los que no los conozcan aun tienen en 21 singles 1984/1998 una parada obligatoria.
The Jesus & Mary Chain – 21 Singles, 1984 - 1998
2. Interpol
Setlist:
Pioneer To The Falls
Obstacle 1
NARC
Say Hello To The Angels
Take You On A Cruise
Mammoth
Leif Erikson
Slow Hands
The Heinirich Maneuver
Evil
Not Even Jail
PDA
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Length of Love
Stella was A Diver And She Was Always Down
1. Pearl Jam
Setlist:
Why Go
Save You
Severed Hand
Grievance
Dissident
Interstellar Overdrive / Corduroy
Faithfull
Green Disease
Given To Fly
Throw Your Hatred Down
Jeremy
Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town
Even Flow
Black
Rearviewmirror
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World Wide Suicide
Better Man
Life Wasted
Blood
Baba O'Riley
Yellow Ledbetter
Para finalizar un pequeño recopilatorio resumen:
Jet – Take It Or Leave It / Queens of the Stone Age – Sick, Sick, Sick / The Bravery – An Honest Mistake / The Sounds – Ego / The Arcade Fire – Keep The Car Running / Bloc Party – Positive Tension / Manic Street Preachers – Your Love Alone Is Not Enough / Interpol – The Heinrich Maneuver* / Juliette & the Licks – Smash & Grab / Kings Of Leon – My Party / Editors – The Racing Rats / Placebo – Bionic / Pearl Jam – Dissident
* el primer single del nuevo álbum Our Love to Admire (muy bueno)
Descarga: Recopilatorio Hurricane 2007
