Sigur Rós
Sigur Rós significa “Rósa de la victoria” en islandés. Procedentes de Reykkiavik, capital de Islandia, se han transformado en uno de los nombres de referencia de lo que se conoce como rock atmosférico o post-rock, en círculos snobs. Emparentados con la vanguardia, Sigur Rós ha hecho, más allá de las etiquetas, música muy interesante desde su formación en 1994.
La primer discográfica que les dio cobijo que un sello de su país, llamado Bad Taste, que paradójicamente tuvo el buen gusto de publicarles el debut, Von (Esperanza), en 1997. Dos años más tarde apareció Agaetis Byrjun (Un buen comienzo), que marca el ingreso de un tecladista al hasta ese entonces trío, y que les da la posibilidad de hacerse conocer en algunos círculos del Reino Unido.
Radiohead los tomó como grupo soporte durante el año 2000, y dos años más tarde editan su disco más conocido pese a ser el más raro. ( ), tal el nombre del disco (no pidan la pronunciación) tiene como característica tener los temas sin títulos y con un número al costado para permitir alguna identificación. Las canciones están cantadas en “Hopelandic”, un idioma inventado por Jonsi (cantante y guitarrista), que le dio forma final con sus compañeros Goggi y Agust.
Menos restrictivos y más abiertos a un sonido inclusivo, editaron Takk... a finales del 2005.
Takk… (“gracias”) llega cargado de vibraciones positivas (respaldo absoluto de la prensa de su país y beneplácito mundial) y de algunas etiquetas curiosas: pop, según la crítica, y rock’n roll, según la misma banda. Sin discutir qué es más acertado, hay un fuerte énfasis por el pop sinfónico en ‘Hoppípolla’, ‘Með blóðnasir’ (“me sangra la nariz”) y ‘Sé lest’, donde le piden prestado un celeste a Björk para armar un loop juguetón que deriva en fiesta circense con tubas, trompetas y trombones.
Por otro lado, están las detonaciones más propias y estructuradas del post rock de alcances épicos, como ‘Glósoli’ (“amanecer”) y ‘Sæglópur’ (“perdido en el mar”). La primera corresponde al crescendo clásico que les conocemos, manifiesto de batalla con el tam-tam de los tambores anunciando el latigazo noise y el vibrato grueso de la guitarra tocada con arco, lo que aporta una atmósfera acuosa que gana bastante sentido con su video clip. ‘Saeglopur’, el mejor gancho del disco, concentra todos los atributos emotivos que ha acumulado Sigur Rós en su trayectoria: la repetición de cuatro acordes de piano, electrónica sutil, y sonidos y voces menores debidamente ecualizados, en una progresión de intensidad que no varía la forma, añadiendo guitarras espaciales con sólido apoyo de cellos y violines sin desintegrar el cuerpo del piano inclusive en la máxima saturación.
El resultado es atractivo si consideramos lo incierto que era el devenir de estos islandeses tras la angustia oscura y bella de ( ), donde la experimentación sobre atmósferas cenagosas podía ser tan exigente para sus auditores como para ellos mismos. Con sus letras ingenuas y asentadas en idioma islandés, que hablan de historias infantiles y cosas sencillas, Takk… se yergue como fiel sucesor de la versatilidad del Agaetis Byrjun (disco revalorizado al mirar hacia atrás).
Tracklist:
1. Takk...
2. Glósóli
3. Hoppípolla
4. Með Blóðnasir
5. Sé Lest
6. Sæglópur
7. Milanó
8. Gong
9. Andvari
10. Svo Hljótt
11. Heysátan
Año: 2005
Duración: 65:32
Procedencia: Islandia
Productor: Sigur Rós / Ken Thomas
Descarga: Takk...
Una pequeña muestra de como suenan en directo, concretamente la canción 'Hoppípolla' (vaya título)y 'Með Blóðnasir':
2 comentarios:
Hola!! no paro de leer tus post y recomendaciones de discos. De momento coincidimos en Death Cab, Sigur Ros y Piratas, así que daré una oportunidad al resto. Un saludo!!!
muy bueno; pero caduco el enlace.
gracias de todas maneras por tus aportes.
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